EL HOMBRE QUE ESCRIBE ES UN HOMBRE QUE RECUERDA


Porque el frío establece su derrota
y no existe el consuelo más allá
de tus labios conjurados
dime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque hemos perdido la inocencia
antes de que pudiéramos soñar
con tu estigma legendario
dime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque el dolor nos ha inducido al crimen
y en medio del jardín que cultivamos
se mece una rosa ígnea
dime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque el hombre que escribe reconstruye
el alfabeto para cobijar
su corazón lacerado
dime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque la leve transfiguración
de la escritura finge verdad
con fulgor de permanencia
dime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque existe un lugar al cual retorno
en sueños donde encuentro las palabras
pero dichas no es igual
dime, amor, ¿para quién eres tormenta?

porque una vez mi vida se detuvo
mira mi corazón preso en el ámbar
de los instantes eternos
y dime, amor, si me liberarás

Del libro Mira mi corazón preso en el ámbar de los instantes eternos (Ed. Baile del Sol, Tenerife, 2005)