Recurso de apelación

 

«No soy un monstruo. Soy un ser humano. Soy un hombre.»

El hombre elefante, David Lynch (1980)



A QUIEN PUEDA INTERESAR

D. José Blanco García, Poeta, actuando en mi nombre y representación, según tengo debidamente acreditado en los libros al margen referenciados, ante el Parnaso comparezco y como mejor proceda en Poesía, DIGO:

Que habiéndose dictado sentencia sin existir causa ni procedimiento, y notificada a esta parte en fecha 8 de marzo de 2023, preparo recurso de apelación contra la referida resolución ante el Tribunal que dictó providencia en el invierno de 2023, en la que se tenía por preparado el recurso, y dentro del plazo que se me otorgó en la misma para la interposición, por el presente escrito, y según lo dispuesto en el art. 391 y siguientes de la Contraley de Enjuiciamiento Poético, interpongo recurso de apelación con fundamento en las siguientes

ALEGACIONES

PRIMERA

La sentencia recurrida declara probado que «José Blanco (en adelante JB) no era lo que parecía». Así como declara defraudadas las expectativas generadas en torno a su persona y obra:

JB no era Leopoldo María dictándole poemas a Felicidad.

JB no era Neftalí Ricardo Reyes desesperado bajo el cielo titilante.

JB no era Lord Byron rasgando la noche con un canto albanés ni ingresando en el Caffè Florian con su ostensible cojera.

JB no era Gustavo Adolfo Bécquer esbozando a Ofelia, tampoco era Hamlet fingiendo su enajenación, ni era el joven Espronceda declamando en el sepelio de Zorrilla.

SEGUNDA

Ni en los antecedentes de Hecho ni en los Fundamentos Poéticos de la sentencia que se recurre, se da por probado ni acreditado que

JB careciera de una pulsión semejante y no estuviera habitado por algo igual de grande, cuando a los dos años sorprendía a sus padres besándose amparados por la penumbra del pasillo de la casa familiar.

Admítase en su descargo que

JB a los diez era el visionario y mágico Teddy sin una piscina vacía en la que zambullirse.

JB a los quince era el barón Cosimo en su rampante soledad.

JB a los diecisiete era John Winston aquejado de una madre irrecuperable.

JB a los diecinueve era Holden Caulfield errando en la noche de Bilbao/ Manhattan.

JB a los veintiuno era Joseph Merrick con el brazo izquierdo armonioso y los genitales extremadamente bien proporcionados.

JB a los veintidós redactó su gran pasión, La pasión por el hombre, que le granjeó el acceso a La Galleta del Norte.

TERCERA

Asimismo la Sentencia recurrida no entró a considerar en profundidad la ulterior compensación de la que JB se hizo acreedor como consecuencia de no haber sido incluido entre los trescientos poetas de la antología de la revista Zurgai.

JB fue asimismo omitido en la exposición fotográfica que el colectivo Denbora dedicó a los artistas de Barakaldo en el Centro Cívico Clara Campoamor.

JB no fue invitado a la velada organizada por Noches Poéticas en la misma sede con los poetas barakaldeses.

JB sí fue, en cambio, invitado y posteriormente excluido de la antología Las Noches de Lupi en… EDITA siguiendo el criterio abstruso del editor.

El efecto de esta compensación es la extinción de la obligación de ser o no ser aquello que aparenta, reclamada por la otra parte, según el art. 1984 del Código Poético, al haberse producido con todas las condiciones y requisitos legales exigidos en el art. 451, 2666 y concordantes del Código Poético.

CUARTA

Ejercitando este mandante su derecho recogido en el art. 1001 del Código Poético de acogerse al hecho

de ser amigo de una espía inagotable,

de ser amigo de una consumada oralitora,

de ser amigo de un heyoka folky,

de ser amigo de un obrero del Arte irreductible,

de ser amigo de la más divina de las hermanas Montenegro,

de ser socio activo del extraordinario Pabellón 6,

hechos tales probados en el momento procesal oportuno, mediante pruebas documentales y emocionales consistentes en versos, fotos, pálpitos, desvelos, abrazos, risas, regocijo, coquinas, zuritos tostados, cantos regionales, danzas tribales, complicidad, miradas de inteligencia, lágrimas de San Lorenzo, singladuras y pruebas irrefutables si bien paganas de la existencias de Dios, que comportan la amistad como su única deformidad irrenunciable, reivindica que

JB es Joseph Merrick con el cráneo terriblemente abultado, la columna desviada, elefantiasis y protuberancias en forma de coliflor surcándole la espalda.

JB es Horacio Oliveira habitado por la Maga.

JB es Marcos Sima enamorado de Calipso.

JB es un joven poeta desconocido, eternamente.

QUINTA

A la vista de lo anteriormente expuesto, a esta parte le interesa interponer recurso de apelación contra la sentencia del invierno de 2023, dentro del plazo que a tal fin me ha sido concedido y en virtud de los arts. 391 y siguientes de la Contraley de Enjuiciamiento Poético.

En su virtud,

SUPLICO A LA JUSTICIA POÉTICA: Que teniendo por presentado este escrito y por hechas las alegaciones en el contenidas, lo admita, y tenga por interpuesto el recurso de apelación contra la sentencia del invierno de 2023, en tiempo y forma, impugnando todos los pronunciamientos de la parte dispositiva, y previos los trámites pertinentes ordene la remisión de los autos al Tribunal competente para que dicte sentencia revocando íntegramente la apelada, absolviendo a esta parte; y, declare la existencia y compensación de créditos así como la extinción de la obligación de este poeta de aparentar lo que no es, y condene a la otra parte a ser y estar y pasar por esta declaración; con expresa condena en costas a la parte apelada.

Un poema de Inma Luna


 LA GRAN OLA

—Puedes escuchar el audio aquí

Es muy probable que no haya otra manera
Vivir dispuesta a todo
No enfrentarse
No agotarse en la lucha
Abrazar lo que venga
Con las branquias abierta
Con el filtro instintivo del corazón
Estar preparada para la gran ola
La que se lleva todo por delante
Para la caricia de la ola chiquita
La que hace cosquillas en los pies
Saber que cualquier cosa me puede pasar
Que no existe emoción que nos esté vetada
Hay que fortalecerse en la fragilidad
Concebirse en la espuma de lo humano
No quiero que este chapuzón me sepa a poco
He de explorar negras profundidades
Para alcanzar tesoros
Hacer el muerto para que la marea me acune
Nadar veloz para sentirme poderosa
Secarme luego al sol
Y descansar por fin
En una playa hasta que me desangre
Y así la arena y yo seamos sólo una

(De Existir no es otra cosa que estar fuera, LUPI, 2012)

LA CALMA, de Ritxi Poo

Presentación de LA CALMA (L.U.P.I., 2023), de Ritxi Poo. 

—Zirika! Herri gunea. Bilbao, 26 de enero de 2023—

 

Estimo que en estos tiempos de dispersión y sobre estimulación, la presentación de ese objeto destinado a la soledad y el silencio que es el libro debe comenzar por lo que, normalmente, se deja para el final: el capítulo de agradecimientos. Agradecimientos y, por supuesto, felicitaciones.  

Hay que agradecer a los presentes el haber optado por la presentación de un libro de poemas en esta tarde invernal, con partido de Copa incluido, y felicitarles, cómo no, porque su elección los honra y habla mucho y bien de su buen criterio.  

Habría que destacar y agradecer la labor del editor, Juanje Sanz, que ha amalgamado con mimo los diferentes elementos que conforman este La Calma, y felicitarle por la visión que demuestra al sumar el nombre de Ritxi Poo al de autores y autoras tan singulares, como Pablo Müller, Itziar Rekalde, Ángela Serna y Bartolomé Ferrando, entre otros.  

Nos queda, finalmente, agradecerle al autor que nos comparta el fruto de su búsqueda de estos últimos cuatro años, y felicitarle por no haberse dejado avasallar por la duda: CREO, LUEGO DUDO es la máxima, como queda descartado que dijera Descartes.  

En ocasiones, Ritxi Poo, con la honestidad que le caracteriza, me ha transmitido sus dudas acerca de lo que escribe, e incluso sobre el hecho mismo de escribir y publicar. La razón que aduce es sentirse fuera del elemento, como que la poesía va por otro lado y él parece no encajar. (Esto es algo que nos asalta a más de uno, seguramente.) Es lícito pensarlo, porque quizás sea cierto. Lo que a mí me lleva a preguntar: pero ¿qué es lo que no encaja?, ¿la poesía de Ritxi Poo o la poesía en general?  

La Calma está minado de citas, literarias y musicales. Me parece significativa la extraída de la canción «Tiempos nuevos, tiempos salvajes», de Ilegales. Este grupo consigue que la música punk tenga tanto de música como de punk; de la misma manera Ritxi Poo consigue que la poesía de la conciencia crítica tenga tanto de poesía como de conciencia y de crítica.  

La elección de Ilegales enmarca en unas coordenadas vitales reconocibles este La Calma espinoso, excelentemente introducido por el poema visual de Javier Seco en la portada. Paralelamente, en mi prólogo al libro he recurrido al poeta y filósofo (ecopensador) Jorge Riechmann, porque nos ofrece un marco teórico muy sólido para lo que hacemos. (No voy a reproducir aquí lo que se puede encontrar en el prólogo a La Calma.) Hablar de si la poesía, o nuestra poesía, va por el lado equivocado o no, me hace pensar de dónde viene y cuál es su finalidad. En otro lugar, Jorge Riechmann asocia el nacimiento de la poesía moderna con la muerte de Dios (Peces fuera del agua, Baile del Sol, 2016).

Fue el narrador alemán Jean Paul (1763-1825), coetáneo de los grandes poetas románticos, quien lo sentenció a comienzos del s. XIX en su Sermón de que Dios no existe dicho desde la torre del mundo por Cristo muerto. Riechmann subraya: «La poesía moderna nace, con el romanticismo alemán, en el vació de sentido que produce la “muerte de Dios” —y de ahí la fortísima tentación de convertirse en un sucedáneo de la religión». Podemos colegir el caso paradigmático de J.R.J.

A partir de ese momento, tenemos, pues, al hombre que se queda a solas frente a la naturaleza, sin falsas trascendencias y sabiendo que va a morir para siempre. Esta es ahora su realidad y debe ser responsable con su realidad. La poesía vendría a ser esa llamada a la responsabilidad. La poesía, en palabras de Yves Bonnefoy, «es el lugar de la exigencia de la responsabilidad».

Continúa Yves Bonnefoy en su discurso en el Auditorio Juan Rulfo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México (2 de diciembre de 2013): «El medio ambiente de la Tierra vive amenazado. La lectura de poesía nos regresa a la capacidad fundamental, una apertura si se puede llamar así, de recentrar nuestra atención sobre el lugar terrestre como tal. Ahora en que muchas de las especies desaparecen, en que el aire está contaminado, en que la población es tan numerosa que no hay suficientes recursos, es necesario tomar conciencia de nuestro papel, y el papel de la poesía es facilitar esta toma de conciencias. Necesitamos una voz profética que anuncie los desastres y despierte la conciencia.»

Yo digo que necesitamos a poetas como Ritxi Poo, que despiertan la conciencia y llaman a la responsabilidad.

José Blanco